martes, 31 de diciembre de 2013

ATARDECER II





No te voy a correr, último día de 2013. No voy a repetir la escena del aeropuerto o de la estación de trenes. Andate, si querés. Si hubo un año en que camine fue este. Lo anduve despacito, tan lento como pude. Y si no llego a publicar esto hoy, no pasa nada, no voy a correr ahora. Me gusta cuando eso que convenimos en llamar tiempo mete una pausa estratégica y puedo permanecer inmune al vértigo colgado de una sonrisa, prendido a los ojos curiosos que miran el mundo por primera vez, sujeto a las piruetas de un baile alegre con coreografías de jardín de infantes. Tuve mucho de eso durante este año.

Este es mi deseo para el 2014: les deseo a todos que pierdan el tiempo alegremente, embobados mirando sonreír a las personas que aman. 

martes, 3 de diciembre de 2013

LA POSTA DE LOS RIVALES DEL MUNDIAL

Faltan tres días para el sorteo de los grupos del Mundial de fútbol Brasil 2014 y cuatro para que los medios argentinos empiecen a martillarnos la cabeza durante medio año con los datos sumamente importantes acerca del nueve de Grecia que hizo 32 goles con la pierna menos hábil en la liga australiana; o el cinco de Bosnia que está casado con la sobrina nieta de un pariente más o menos cercano de Kusturica y que además de modelo se rumorea que sería actriz porno;

miércoles, 13 de noviembre de 2013

EL TRIANGULO DEL FUEGO

Los jefes por regla general son tipos jodidos. Yo, sin embargo, tuve bastante suerte y mayormente me tocaron tipos copados. No me refiero a ninguna clase de acoso, si está usted pensando en eso debe dejar de leer ya mismo y hacerse ver por un profesional. Uno, por ejemplo, me daba consejos gratis acerca de casi todo. En realidad, no sé si eran tan gratis porque después la empresa se fundió o algo así y siempre sospeché que este jefe tuvo bastante que ver con ese despelote que terminó con casi todos en la calle. Pero los consejos eran buenos, eso sí. Una vez me advirtió que cuando oyera o leyese la palabra default en los medios, enseguida sacara toda la guita que tuviera del banco. Me lo dijo en enero del 2002. El dato hubiese sido más útil seis meses antes, tal vez.

sábado, 12 de octubre de 2013

LIEBSTER AWARD

   Los Premios es un libro que el gordo Ariel Morykon me prestó a
mediados de los ´90. Nunca se lo devolví. Hasta entonces yo había leído a Cortázar sin mucho entusiasmo. Cuentos sueltos, un libro de poemas que nunca entendí y hasta Rayuela, la versión corta. El Gordo estaba tan inmerso en el mundo del cronopio que no podía hablar de otra cosa. Me daba manija con que tenía que leer nuevamente todo o probar con algo nuevo (para el joven inexperto siempre hay muchas obras nuevas, aunque el escritor lleve más de diez años muerto). Y me dio el libro. Sorprendentemente, Los Premios funcionó conmigo como portal a la dimensión de Cortázar, desde donde les estoy escribiendo ahora. Capté algún tipo de extraña frecuencia y ya no pude dejar de leer a Julio nunca más. Y tampoco logré devolverle el libro al Gordo. Primero, porque representaba para mí algo mágico, como alguna clase de talismán. Segundo, porque soy muy torpe, incluso con los talismanes, y el libro se me fue haciendo un poco mierda y ahora está prácticamente destartalado, pobrecito. Y tercero, porque le perdí el rastro al Gordo.

martes, 21 de mayo de 2013

INDIOS


PARTE I

Los feriados acá siempre empiezan así. Las voces de Pérez y González  llegan desde su habitación irremediablemente, primero como un murmullo, luego ya un poco más fuerte, tal vez con alguna carcajada, uno de los dos pega un grito y empiezan a pelearse como si no fuera las seis y media de la mañana. Mi mujer les chista desde nuestra cama y hacen silencio. Tal vez González se excusa acusando a Pérez de haber empezado. El silencio dura apenas unos segundos y empiezan otra vez con el cuchicheo.  Así dos o tres veces más hasta que quien grita es mi mujer. Será de Dios, maldice y se levanta. Yo me estiro todo lo posible en diagonal sobre la cama y me vuelvo a dormir en un abrir y cerrar de ojos, sobre todo en un cerrar.

miércoles, 3 de abril de 2013

Las inundaciones y Vito Corleone

Qué hacer en estos casos. ¿Qué hacer en estos casos? El titular ocupaba todo lo ancho de la pantalla de cierto noticiero televisivo. No había volumen. En casa miramos la tele sin volumen. Solo está encendido el audio cuando vemos Hi- 5, o los Backyardigans, o La Doctora Juguetes. Si hay fútbol, como en el noventa por ciento de las veces, o algún canal de noticias, la tele se ve pero no se escucha. Por eso no sé cuáles eran las recomendaciones que seguramente enumeraban los conductores del programa. No hacía falta escuchar, siempre aconsejan sabiamente lo mismo. Esto fue ayer. El titular se refería a qué hacer en caso de que el agua entre en tu casa y empieces a inundarte. A mí se me ocurrían ciertas recomendaciones para proponer. Otro tipo de recomendaciones. Y empecé a escribir esta entrada. Después las consecuencias de las lluvias tomaron otra magnitud. Cuarenta y seis muertos en La Plata, ocho en Buenos Aires, y viviendas totalmente arrasadas por el agua en Capital y el Gran Buenos Aires. Entonces pensé que mi post no sería muy agradable de leer para muchas personas. Cuando hay muertos todo comentario debe ser ante todo prudente y respetuoso. Pero después me di cuenta de que no me lee casi nadie, así que no hay manera de que alguien se sienta ofendido. De modo que....

jueves, 3 de enero de 2013

BABYLON

Durante muchos años fui muy petiso. En la escuela primaria fui siempre el más chico de la clase. En la secundaria también. Pero además en la adolescencia seguía teniendo cara de nene de jardín, y eso era peor todavía. En el viaje de egresados parecía el hermanito plomo de alguno de mis compañeros. En la puerta de los boliches me miraban y dudaban de si debían dejar pasar a la criatura que les parecía yo. Con los años, más o menos diecinueve, llegué a un modesto metro setenta y uno y me emparejé con la altura media de los muchachos rioplatenses. Pero mientras tanto sufría.