Ya es hora de aceptar que nunca voy a ser el nueve de la
Selección y que vos tampoco vas a ser Bon Jovi y que Nico jamás será el Steven
Seagal argentino, sobre todo Nico que ya hace diez años que está muerto. Y qué
hicimos nosotros durante estos diez años más que perseguir minas imposibles que
en la puta vida nos daban pelota y que cuando sí lo hicieron hubiera sido preferible
que no. Bueno, en realidad hablo por mí, porque a vos no te iba tan mal con tus
pantalones de cuero, el pañuelo en la cabeza y el tatuaje de Superman en el
hombro.